jueves, 4 de abril de 2013

Primavera des-anticipada

Ni vuelven las oscuras golondrinas, ni florecen los cerezos del Valle del Jerte, ni siquiera el sol se atreve a acariciar nuestra piel. Algo ocurre por ahí arriba que mantiene ocupados a los dioses mitológicos y nos tienen bastante descuidados.

O tal vez nos hemos descuidado tanto a nosotros mismos que ya ni nos extrañamos al respecto, y preferimos agachar la cabeza esperando a que amaine el viento, o que la lluvia empiece a caer hacia arriba.

En cualquier caso, parece que la primavera ha llegado con pocas ganas de protagonismo, y en un alarde de pasar desapercibida, cualquier día sin previo aviso, dará paso al verano. ¿Cuántas veces hemos pasado nosotros por lo mismo? ¿En cuántas ocasiones hemos preferido pasar de puntillas para no hacer mucho ruido y que nuestra presencia pase inadvertida? ¿Acaso tenemos miedo de ocupar en la vida el lugar que nos corresponde?