viernes, 28 de diciembre de 2012

Jesús vs Judas

            Y en esto que se termina el año en apenas tres días, hay quien gusta de acompañarse de un té con un toque de canela, un poco de incienso llenando la habitación de aparente calma, y Enya recordando que el invierno no ha hecho más que comenzar; todo ello para hacer balance de lo bueno y lo no tan bueno que ha acontecido a lo largo del año que en breve hechará el cierre por defunción.

            Es indudable que han habido innumerables sucesos buenos durante este año, al igual que es innegable que las cosas malas nos han venido dando ostias por todas partes (si, hablo de política, y si, también hablo de todo aquello que no es política). Conocer el resultado de dicho balance sería una buena manera de establecer el punto de arranque para el año que el calendario está a punto de parir.

            Pero, yo no quiero saberlo. No me apetece sumar las cosas malas, al fin y al cabo ya han pasado y lo de viajar atrás en el tiempo sólo es válido para Michael J. Fox. Y las cosas buenas las he ido disfrutando al máximo conforme han ido teniendo lugar. No quiero presenciar una pelea en la que Jesús y Judas midan sus fuerzas, si se quieren zurrar allá ellos, a mí me da bastante igual.

            Aunque debo reconocer que esto de que Jesús tenga amistad con el 'jefazo' le da ventaja para darle de ostias (nunca mejor dicho) a aquel que para hacer el mal lo único que supo hacer fue señalar con el dedo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Extraño lucero de noche

            Cuando crees que has recorrido todos los pasillos que conforman un laberinto y que no queda ya nada por descubrir, de repente te encuentras con una tímida luciérnaga que se posa sobre tu hombro y te susurra al oído: "Vamos, inténtalo una vez más. Yo te voy a ayudar.".

          La luciérnaga, que ha llegado solitaria, pero que probablemente ha estado días y noches enteras a que llegara a su encuentro, comienza a volar como si de un pequeño lucero traído por pequeños duendes se tratase, invitándome a levantarme una vez más, a apretar los puños con fuerza, y a caminar fijando la vista lo más lejos que jamás en la vida he sido capaz.

          Con sus movimientos no faltos de gracia, me va guiando entre altas paredes de arbustos, esquivando las ramas que me obligan a agacharme para evitar rasguños en la piel que, a cada paso, ha ido convirtiendo el frío de la noche en una cálida sensación que hace más llano el camino de vuelta.

            ¿De vuelta a dónde? 

           Algo me dice que esta luciérnaga a venido para llevarme de vuelta a una realidad que ya creía de otro mundo al cual me estaba negada la entrada. Es hora de regresar a casa, una vez más.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Alegría

            De repente abres los ojos, y te encuentras oteando un horizonte que hasta el momento era totalmente desconocido, tan lleno de todo y tan vacío de nada, donde los sueños son sueños y la realidad es solo un aperitivo de lo que está por venir. Das media vuelta, y a tu lado aparece esa sonrisa inocente que perdiste en la niñez, que lo único que intenta decirte es seas feliz y estés alegre, porque nunca se deja de ser niño, aunque se vaya madurando o seas el protagonista de ciertos fracasos, pero ese espíritu lleno de energía que todo lo puede, que te dice que eres capaz de eso que acabas de proponerte y mucho más, que inventa reinos a la medida de nuestras fantasías, esa alegría de sentirnos vivos y dueños y señores del mundo, eso es lo que no debe faltarnos. Porque nacemos niños, crecemos a adultos, y una vez que tenemos aprendida la vida, volvemos a ser niños porque de allí es de donde nunca debimos salir.
 
            Esa inocente alegría, esa es la que hace de mí la persona que soy.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Sobre el cambio climático y afectivo

Una de las entradas de este blog hablaba sobre la acción-reacción. Así pues, partiendo de esta ley física, hablemos de temas físicos. De la naturaleza por ejemplo, la cual nos está demostrando en los últimos años que cuanto más la atacamos, ella nos devuelve el golpe con el doble de fuerza: terremotos, tsunamis, incendios, lluvias torrenciales, huracanes en lugares donde nunca se han producido,... En definitiva, nos está dando un aviso. Porque yo considero que estas cosas son sólo pequeños avisos en plan "no me toquéis más los huevos, porque se me están hinchando ya demasiado".

La naturaleza es lo que tiene, que es natural, y no se la puede dominar. Esa frase típica de "es un espíritu libre", pues tal cual es. Y no menos libre y natural es la naturaleza humana. Hay cosas que no se pueden dominar, reprimir o inculcar a la fuerza. Como la capacidad de amar, sin duda la fuerza más poderosa, y a la vez más destructiva que puede existir.

Por esa naturaleza, por esa libertad, por el cariño, y por lo maravillosos/as que son/somos, mi enhorabuena en el día de hoy a toda la comunidad LesGayTransBiHetero, en especial a los/as españoles/as que ayer vimos como la naturaleza ha terminado imponiéndose una vez más.

jueves, 4 de octubre de 2012

Shakespeare en el siglo XXI

            Hoy voy a dejar un pequeño fragmento de la película The Holiday:

            "He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor, es cierto. Shakespeare dijo: los viajes terminan con el encuentro de los enamorados. Oh, qué idea más extraordinaria. Personalmente nunca he experimentado nada ni remotamente parecido a eso, pero estoy convencida de que Shakespeare, si. Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de definir y cambiar nuestras vidas. También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego. Pues bien, estoy segura de que eso es verdad.

            Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras el amor, sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse aunque sea sólo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido."

Y con esto, acaba la entrada de hoy.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El punto de no retorno

            Se formuló como uno de los principios que rigen la ciencia: acción - reacción. Todo lo que hacemos en algún momento de nuestra vida tiene su repercusión en el futuro, ese que con tanto anhelo idealizamos antes de que llegue.
 
            Así, por ese principio, nos embaucamos en aventuras y desventuras que nos llenan de recocijo, de apatía, de inconformismo, de ilusión. Emociones que nos recorren las venas y ponen en marcha todo el entramado que conforma nuestro mundo interior y que muchas veces nos empeñamos en no mostrar porque, a día de hoy, es de las pocas cosas que se pueden guardar en la intimidad personal de cada uno
 
            Nos aferramos con tanta fuerza a esos impulsos de vida que raras veces sabemos ver más allá y descubrir lo que el mundo nos tiene preparado. Pero a veces, y solo a veces, nos vemos invadidos por circunstancias que nos desbordan y nos sobrepasan, y esas de las que somos tan poco conscientes, son las que hacen de la vida un camino que nunca dejaremos de explorar y sufrir (para bien o para mal).

miércoles, 15 de agosto de 2012

Un mundo maravilloso... sin maravillas

            He terminado encontrándome a mi mismo en el país de las maravillas...

            Últimamente he caminado de la mano con Alicia, recorriendo un  mundo absurdo en sus ideas y en su propia existencia. Me ha enseñado que no todas las aves vuelan, que los ríos no siempre son de agua cristalina, que la lluvia puede volver hacia arriba cuando el reloj marca las doce, que una hoja de papel puede albergar en una sola línea más historias que una biblioteca entera, y sobre todo, me enseñó que para soñar despierto, primero hay que estar dormido.

            También dicen que todo cambia: el tiempo, el método, la energía, los sentimientos, los estilos, la música, las personas...

            Me he sentado tantas y tantas veces en la esquina de ese segundo plano, observando las emociones y las reacciones, las preguntas y sus respuestas, abrazos y caricias, idas y venidas, risas y sonrisas. He explorado e investigado tanto el mundo que me rodea, que muchas veces he acabado con la sensación de no saber dónde vivo, ni quién soy. Pero Alicia estaba ahí para cogerme de la mano y abrirme los ojos a la realidad...

            Una realidad en la que todo vale, donde las mentiras dan vueltas a nuestro alrededor, donde la inocencia ha sido encarcelada en la más alta de las torres, donde las lágrimas de emoción no están permitidas...

            ...donde sigo sentado en un rincón con un libro y una hoguera que se consume lenta, aguardando a que llegues para ocupar el lugar que nadie te podrá arrebatar jamás...

domingo, 5 de agosto de 2012

El por qué de las estrellas fugaces (Parte III, y Fin)


            En aquel lugar, dejado de la mano de los hombres y olvidado incluso por las bestias que moraban en el bosque, libró la batalla más importante de su vida. Aquella en que consiguió sentirse liberado de las ataduras que la sociedad le habían ido imponiendo desde el momento en que llegó a la vida e irrumpió con su primer llanto. En todo instante mantuvo la mirada firme mientras sentía que su corazón lo envolvía de un escudo a prueba de cualquier tipo de mirada reprobadora y de cualquier comentario envenenado. La batalla que le vio morir. La batalla que le hizo renacer.

            Desde entonces, noche tras noche, el cielo llora estrellas fugaces que nacen en Oriente y mueren en Occidente, recordando de esta manera la crueldad a la que se vio sometido aquel hombre por el simple hecho de querer realizarse como persona. Se cuenta que fue tal la humillación que sufrió en vida, que en su inmenso poder, los dioses sellaron aquella gruta, dejando atrapadas a la crueldad y a la pasión humanas, enzarzadas en una lucha que continúa viva hoy día y que ha terminado convirtiendo a la humanidad en almas errantes que jamás encontrarán su sitio en el mundo.
(fin)
by Frank Tástico

sábado, 28 de julio de 2012

El por qué de las estrellas fugaces (Parte II)


            A lo lejos divisó una gruta enclavada en la montaña, en su zona más escarpada. Pensó que quizá sería demasiado arriesgado, pues no conocía el lugar, y tampoco le inspiraba la menor confianza adentrarse en una ratonera, pero tampoco tenía muchas más opciones entre las que elegir, así que optó por atravesar el bosque por su zona más sombría, intentando jugar al despiste y ganar así algún segundo en una cuenta atrás que le mantenía al límite de sus fuerzas. Un límite que nunca pensó que llegaría a rozar ni a acariciar, pues jamás creyó que su comportamiento mereciera ser castigado, y mucho menos con una pena que sólo se aplicó en antiguas historias contadas por trovadores que sólo consiguieron mantener viva la crítica de propios y extraños allá por donde les llevaban sus pasos en busca de un mendrugo de pan con el que acallar el rugir de sus estómagos. ¿Desde cuándo un acto tan puro podía acarrear un castigo tan cruel? ¿Quién establecía la línea que separaba lo moralmente correcto de la deshonestidad ?

            Consiguió salvar su huida a través del bosque. Se giró y echó un vistazo. Por el momento había conseguido dejarle atrás. Aceleró el paso y se adentró en la gruta, como si de un camino al centro de la Tierra se tratara. No atisbó ni un ápice de luz. La oscuridad había terminado llenando por completo un vacío que nunca terminó de desaparecer. Tanteó con sus manos las paredes de roca en busca de algún recoveco aislado en el que ocultarse y descansar. Encontró uno, no muy amplio, pero lo suficiente para poder tumbarse un rato y pasar desapercibido.

            Comenzó a sentir cómo pequeños dardos se le clavaban en la piel, abriéndole pequeñas heridas que sangraban lentamente. Voces entremezcladas zambullían su cabeza en un mar de críticas, abucheos e injurias que le convirtieron en el protagonista de una historia inventada a su medida. Aguzó el oído, y pudo escuchar un mensaje que le traía el rumor del viento. Pronto todo habría acabado. Sintió miedo, aunque su coraje era muy superior. Ticse hizo el silencio. Tacalguien se había adentrado en la gruta además de él. Ticse puso en pie, abrió los ojos, y miro al frente con la cabeza bien alta. Tacse enfrentó con humildad, fuerza y honor a su destino.
(continuará)
by Frank Tástico.