sábado, 13 de septiembre de 2014

De Beethoven a Bach

      Siempre me había sido bastante indiferente todo lo referente a la música clásica. Cierto es que, como la gran mayoría, siempre he tarareado alguna de las piezas más conocidas, pero como algo automático, no realmente porque me hayan gustado. Reconozco que hasta le he visto más bien poco sentido a este tipo de música.

      Cuán equivocado estaba.

      Un buen día, así como por arte de magia, mi mente se abrió y se rindió ante este estilo musical, las notas comenzaron a hablarme y a desvelarme los secretos que guardaban desde hace siglos, mi mente comprendía, y mi corazón sentía. Desde entonces he mantenido varias conversaciones con Beethoven, Bach o Verdi, entre otros.

      Ellos han sido capaces de liberar ese rinconcito de mi mente encerrado bajo llave. Una llave que tenía forma de clave de sol, cuyas notas me rodeaban como si de amantes de tratasen.

      Gracias a ellos, a los que crecieron humildes para mantenerse eternamente grandes, fui capaz de encontrar el hilo conductor a un proyecto que desde pequeño siempre ha rondado por mi mente, y que en un día espero no muy lejano, termine viendo la luz en este mundo rodeado de luces y sombras.