Si, los piratas. Que por estas fechas no sólo los Reyes Magos son los que vienen a visitarnos (aunque mi puerta debe de ser como las que construían los enanos de El Señor de los Anillos, invisibles, y que sólo se ven por aquellos que conocen de su existencia).
Piratas de botella de ron en mano o no, con Jack Sparrow como capitán o no, perseguidos por Barbanegra o no, nunca lo sabré, pero la cuestión es que me encontré con unos piratas muy poco al uso, la verdad sea dicha. También desconozco de la existencia (o no) de algún Triángulo de las Bermudas por esta zona mediterránea que les haya hecho tomar tierra justamente aquí.
La cuestión es que me invitaron a subir a su barco porque traían consigo algo importante para mí. Algo que es probable que me cambie la vida, aunque lo cierto es que ya ese cambio ya se estaba produciendo, solo que tal vez yo no era consciente de ello.
"¿Te atreves a surcar el mar aunque ello te pueda costar la vida?"
No le tengo miedo a la muerte, si no a la vida que se me niega vivir.
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