No se me ocurre mejor manera que cerrar este año con el siguiente corto animado que me ha hecho enternecerme y recapacitar a cantidades iguales.
Enternecerme porque todo lo que desprende es magia pura, es la inocencia que perdimos cuando la vida comenzó a avanzar más rápida que nuestros pasos, es esa mirada curiosa de que lo desconocido deje de serlo.
Recapacitar porque, por mucho que me pese, ójala y fuese así de sencillo entrar en el corazón de esa persona que alimenta nuestra admiración y respeto, con solo rozarle y pasar a formar parte de su alma, ver a través de sus ojos, sentir a través de sus manos, compartir esas lágrimas que a veces se dejan escapar...
Con este emotivo corto animado, os entrego un pedacito de mi alma.
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